Se ruega seguir por orden las instrucciones para obtener un plato de la mayor calidad:
1º.- Póngase a hervir una olla (podrida) a rebosar con 25 o 26 millones de individuos humanos de ambos sexos, provistos con DNI cumplimentado electrónicamente en una Jefatura de Policía del Estado español.
2º.- Cuando la pasta así cocida entre en su primer hervor o ebullición, añádase una pizca de sal en la mollera (media cucharada sopera bastará).
3º.- Escúrrase hasta secar la pasta cocida y mézclese a conciencia con tropezones formados por gruesas ralladuras de pan duro y cortezas de queso añejo, removiendo hasta elaborar una masa multicolor, inodora e insípida.
4º.- Sírvase el compacto condumio en una fuente y a continuación riéguese con una salsa más bien líquida de elaboración casera, compuesta por: aceitunas negras, desilusiones colectivas, alcaparras, mala conciencia de clase, apio, apatía y resentimientos inmemoriales.
5º.- Tras su consumo, vomítese y, con los desperdicios sobrantes de la digestión, repítase el proceso el número de veces que sea necesario hasta aplacar el apetito inmoderado de libertad política puramente imaginaria.
Torre del Mar (Málaga), abril de 2019