Las cenizas a las cenizas, no hay tierra suficiente tampoco para enterrar a tanto cadáver primerizo y aprendiz de “la democracia realmente existente”, no banqueros incinerados sino Bankia para el capital británico, estadounidense o alemán; la hoguera de las vanidades no arde con periodistas bebiendo sus propios orines etílicos, decantación de un whisky monárquico puro de ocho años…
Larga será entonces la travesía mientras los camellos trafican con Leyes y Constituciones; en la City Madrileña, los niños quemando marcos de Weimar, juegan a revender viejos cromos de futbolistas entre el llanto de madres y viudas infeudadas a los caídos en las futuras trincheras de la Deuda…
Pero hay que preparar la campaña del año electoral y llevar en volandas al candidato de sonrisa asesina, así que mil y un artículos y noticias y lluvias amarillas de datos macroeconómicos expelidos por putas bien pagadas inundarán las terminales del poder para hacer fructificar el debido optimismo rumiante…