«ABREACCIÓN» (MÁLAGA, 1995-1996)

No poder abrir los ojos más,

una cándida piel desconocida

oprime los párpados con un suave aleteo de paloma.

 

No contiene el olvido sólo la muerte,

también la ceguera.

 

La ciudad tras la lluvia primera del verano

se despereza perpleja como un cuerpo

sobre el que pesa el tiempo,

materializado en tacto y olor.

 

Abril o junio:

sobre las alas mojadas de la espera

o en septiembre amarillo y fugaz,

el recuerdo carnal de la desconocida:

 

siempre recién llegada o recién despedida,

porque la lluvia sólo me significa

a través de su presencia o su ausencia,

fluencia o quietud de un ser más ligero

que este alma ya condenada.

 

Un arco iris fantasmal al final de la avenida,

fusión de la mirada y su memoria,

en la hora de la desaparición.

 

Un estómago reversible marca el tiempo,

una frente excava cimientos al tiempo,

unos ojos detienen la duración y consuman el tiempo,

pero la vida no es sólo eso.

 

El otoño constriñe muslos o espadas embotadas,

el invierno atormenta el papel blanco de fugas,

la primavera reprime la violencia de la iluminación,

el verano atornilla una voluntad en el fondo del incontinente hastío,

pero la muerte no es sólo:

un ciclo cerrado

o una lluvia inhóspita que pone en desorden los armarios.

 

Cuando escribir era una tentativa,

una aproximación sin consecuencias al otro lado,

pero no como ahora, una necesidad apremiante,

un deber de no dejar pasar esta inaprehensible continuidad

que todo lo desconoce.

 

Y escaso sueño,

harapo de sueño inercial,

ojos fijos en los huecos contemplando el no-cuerpo

con el que mantengo un monólogo inmisericorde,

tal que se desprende como sombra sin carne.

 

La luz no traspasa este sostenido ruido cerebral,

pesadilla diaria de duración sin lenguaje compartible,

silencio fisiológico.

 

O la hora del diálogo diferido,

de la abstinencia del mundo,

navío infestado y a la deriva.

 

Piel cansada de mí.

 

Melancolía en el aire,

no como un aroma entre infinidad de aromas,

sino aroma en escorzo de un cuerpo posado sobre la trasparencia.

 

Nadie por el cielo de agosto,

ahora agotado tras el enfebrecimiento de ese otro aire

que nada trae o alza sobre brazos enmudecidos,

intimidados de su propia inutilidad.

 

Lugar y tiempo fundidos

en cada acto de lenguaje,

suspendido en el doble filo

de la forma diurna y la forma nocturna:

 

no nombro más que el pasado actualizado

y le doy el lugar de una fuga mansa en el papel

que contrae la inmovilidad del sol en signo de mañana:

de niebla en márgenes movedizos

el mediodía funde un sol lento que envejece:

mar arrojado desde la altura

con el silbido de las alas que desgarran

esa reciedumbre de horizontes inestables:

marea organizada en plenilunio fugado con sacrificio:

incorpóreo como su presencia en el pan de la sintaxis escrituaria

o el lenguaje de las ventanillas y los formularios

 

de niebla en la trasparente colisión

de los soles alternativos que iluminan

la densidad opaca de intestinos revueltos

comedero de gaviotas azufrosas:

 

reconocer la dicción de ceniza del vendedor de máximas

como el tiempo residual y antiplusválico de los poemas:

la camisa sudorosa del esfuerzo retórico

las antenas que contaminan el aire

con palabras informativas y mensajes persuasivos:

vientre estéril de la serpiente comúnmente

incorporada en las infoliaciones del recuento

 

qué bello paisaje ocultaba entonces

la desolación de los ciclópeos semáforos asustadizos bajo la lluvia

leyendo las cartas con hábito dulce:

 

vinoso mar imaginado desde los bloques móviles

tegumentosos alveolos de la dulce miel del hogar:

 

otra tirada cambiará el tópico si las luces de posición

para los aviones de las 22´45 atraviesan la ciudad

el espectador se levantará abatido por la reincidencia

de motivos publicitarios encadenados en el orden

de la prédica con que un imperioso bucolismo planetario

decide técnicas de consumo y la virtualidad del valor

tan digestivo como pan divino y trasustancializado:

 

y alguien contará sílabas y dispondrá asonancias

pues la noche de los amantes teje sus largos cabellos luctuosos

otra vez para una ceremonia inmisericorde:

como la forma de su belleza airada

como la forma de su verdad tardía

esta azucena frente al muro que absorbe el reflejo:

 

todas las tentaciones desalentadoras

el frío que comienza con la ruptura de la llama azul de la tormenta:

 

mil expiaciones in exitu dei

 

azul de la elegía vieja y su lamento cansado

esta rosa frente al cristal que traspasa la luz que cierra los ojos de los vivos

mil formas de la misma mujer agitadamente desordenando la certeza del lenguaje

que compromete y vincula más allá de su pacto:

 

todo ya creado para el uso

todo ya nombrado con nombres de otros:

 

y su tiempo que planea por encima de cabezas

hacia un suelo agujereado que fluye

por debajo de los pies hacia un cielo ilimitado

 

cristo cotidiano  en la crucifixión

o narciso ahogado con un trozo de madera clavada en el costado

luminaria derramando luz oleaginosa

a punto de estallar en la boca como mariposa superviviente al otoño:

 

resplandecerá quizás abriendo las alas en el sexo de la hetaira

restaurará hasta las entrañas su pérfida coacción sentimental:

 

salvación en el frío emotivo cuando la ciudad

vuelve rostros de caridad y blanquea azul marino de tejanos:

cuando bajo las serpientes líquidas de las alcantarillas

cáscaras nutricias viajan hasta el fin de la desembocadura:

 

la convulsión a la primera hora de luz fatigosa sobre la pared

ficciones de deseo y argucias de razón y sudor frío de un cuerpo

por rendijas que censuran el orden del tránsito amortiguado

que ronronea exasperado asma de la ciudad humedecida

por jugos cerebrales y laminaciones

 

revelación del orden

la lentísima decrepitud de los acontecimientos sobre periódicos mojados

la insensata dejadez de la fuerza inervante del dinero

la incontinencia de una lluvia ácida sobre muchedumbres asustadas

la selva incendiada donde jamás amanece

y más allá en gestación irracional la profesional suficiencia

del formalismo de los saberes graníticos

como gramáticas envejecidas de lenguas muertas

 

el cielo al amanecer en estaciones de provincias

o la noche que anuncia suciedad de la fusión de expectativas dobles

de la injustificable necesidad del afecto postergado

estar otra vez atrapado en ese tiempo compacto de hostilidad y sucesión impotente

 

no en este otro tiempo blanco de apacibilidad neutra

sin saber cómo detener el instante de la devastación y su ceniza expiatoria

sin saber cómo contemplar esta imagen invertida del tiempo

sin saber cómo sostener esta mirada dura y acerada que me atraviesa:

una pupila cuya cercanía irradia la seducción del universo

en cada resplandor impaciente de interrogaciones:

 

identidad fútil del rostro cambiante

con sus ojos picoteados por pájaros de gravidez extraña

bocas alentando cantos de sirena hacia el naufragio de las horas

corteza humeante o ceniza aventada por la palabra ciega

fuga irreparable mientras la sombra de su carne estuvo presente

 

angustioso deseo táctil

búsqueda de ángulos para el equilibrio del pensamiento:

todo lo que se ofrecía a la caricia en la abstracción y la sonrisa

cada luz en acto medida por su expresión

cada sentimiento ya teñido por su expansión diáfana:

aspirar expirar el humo entenebreciendo

las junturas de los nervios

y lo real es el pajarraco imbécil que grazna alrededor del sueño:

 

pero la voluntad blanca penetra por cada menudo fragmento de memoria

dejando como campo minado la paz previa:

de qué modo sostenido dimensiona la estricta función orgánica ese tiempo

a través del cual la potencia contradice

la oposición fatal entre su ser y su devenir

en lo incombustible del ascenso y el descenso

el táctil suceder del tiempo-luz

esa luz que otorga su trasparencia al mundo

en la opresión de sienes sin rostro:

el otro no consigue identificar como respira el poro más invisible

                       

 

                                                                             Málaga, 1995-1996

Deja una respuesta

Por favor, inicia sesión con uno de estos métodos para publicar tu comentario:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s