«PUNCTUM CAECUM» (INFANTES, 2009)

Amor y odio, 

desasosiego perpetuo en la balanza, 

han decidido por mí 

que tú eras materia indiscernible 

para el uno y para el otro. 


Seas curación o herida, 

beso para la traición o beso para la comunión, 

cuando todo te llama y te requiere, 

no he podido ser ni amado ni amante.


La claridad, la sombra, 

una era mi refugio, otra mi pasión. 


Pero no toleré nunca 

que una luz más pura 

astilla quemada o carbón fuera, 

para calentar medias noches de amor 

entre pausas de comodidad a medida.


Para qué ahora este despertar, 

cuando me miran espejos de coral verde claro, 

de los que a veces emergen mares sepultados, 

y no sé ya qué responderles 

sino sólo hundirme en ellos, 

hasta apurar el último calor de su incendio, 

hasta agotar el último silencio de su cansancio.

Deja una respuesta

Por favor, inicia sesión con uno de estos métodos para publicar tu comentario:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s