Cómo amar(no pude darte otro nombre que luz que se fundía en mi luz),sin la maldición de la fe ciega en el poseer.
Amarte quise sin despedir,como en torpes cuerdas mal ajustadas, la nota que rompiera la armonía de tu unidad interior.
No quería ser un Yo solo, disolviendo en mezcla confusa todo el Tú, en lento darse como tímida caricia de un aire que sabe su fuerza pero la reserva.
Amar sin la maldición del poseer es la fascinación pura del abrirse para devolver en eco la huella limpia de todo acento, espíritu o tacto, sin haber querido nada a cambio.
Infantes, 18 de diciembre de 2009