AGRADECIDO A UN OTOÑO (INFANTES, 2009)

Agradecido a este otoño 

que sin haberlo querido 

me hace perdurar más allá de la memoria, 

unciendo palabras a luz nueva, 

uniendo deseo contrario 

que difiere de sí mismo, 

ganando en desposesión 

que no lamenta su pérdida:


luz, lamento o deseo 

que han sabido aguardar 

para el momento de honestidad última 

en que más los necesitaba.


Siempre lo otro 

llega a su tiempo, 

-repítelo para no olvidar 

y para no ser descortés contigo mismo-: 

lo imposible puede esperar. 


Ahora sólo te importa 

este regresar veleidoso 

de las palabras que te buscan 

y quieren acogerte en su dolorido 

calor recién recuperado, 

palabras tal vez sanadas o sólo convalecientes, 

después de tanta fanfarria 

de multicolorido homúnculo saltarín, 

pues demasiado te habías mezquinamente adornado 

con legajos de humanidad moribunda.

Infantes, 21 de noviembre de 2009

Deja un comentario