AMOR, COME DEL CORAZÓN QUE TE OFREZCO (INFANTES, 2010)

Entre tanta maleza y este veneno 

de los más pudorosos, castos días 

(ojos enrojecidos, manos frías) 

hay raíz de mandrágora en mi seno.




En la boca sabor tengo al vil cieno 

del paraíso en que crecen tan baldías 

esperanzas y penas y ansias mías: 

mas nada torcerá un gesto sereno.



De encantamiento tal sólo redime 

el canto que vincula la potencia 

atándola a la voz, que vela oscura 



mi corriente dormida, en esta influencia 

o imagen de la muerte, que me imprime 

de un sueño la soñada mordedura.

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